Principal Productividad 7 hábitos que obligan a tu mente a dejar de preocuparse

7 hábitos que obligan a tu mente a dejar de preocuparse

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La preocupación puede superar a casi todo el mundo. El estrés laboral, las preocupaciones personales y, a veces, incluso los pensamientos irracionales pueden filtrarse en su mente e interferir con su capacidad para concentrarse en las tareas ordinarias. Desafortunadamente, detener esas preocupaciones no es fácil: no hay un 'interruptor de apagado' que pueda apagar sus pensamientos preocupados. Sin embargo, hay un puñado de hábitos que, una vez integrados en su vida, pueden obligar a que sus preocupaciones se vayan y liberar su mente para concentrarse en cosas más positivas y productivas.

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Si se encuentra demasiado preocupado, pruebe uno o más de estos hábitos para aliviar sus necesidades.

1. Establezca un 'tiempo de preocupación' designado.

Usted sabe que se va a preocupar por algo la mayoría de los días, así que en lugar de dejar que las preocupaciones controlen sus pensamientos, reserve tiempo para poder controlar sus preocupaciones. Establezca un período de tiempo durante el día, como entre las 3:00 y las 3:30, en el que se permita preocuparse. Algunas investigaciones de la Universidad de Penn State sugieren que reservar un período como este puede ayudarlo a posponer sus preocupaciones para un período posterior, liberando su mente atormentada para una actividad más productiva en el momento presente. Además, puede utilizar ese tiempo de preocupación de la manera más productiva posible trabajando para encontrar soluciones a sus problemas, en lugar de centrarse únicamente en los problemas en sí.

2. Reúna sus preocupaciones en una lista.

La mayoría de la gente encuentra preocupaciones en grupos; en lugar de que se le ocurra un solo problema, una docena de pensamientos problemáticos separados o relacionados comienzan a molestarlo. Cuando esto suceda, intente escribirlos en una lista (y tampoco los enumere en su cabeza, verá por qué en un momento). Esto ayuda a reducir sus pensamientos de preocupación de dos maneras. Primero, te obliga a confrontar y catalogar tus preocupaciones, muchas veces racionalizándolas o agrupándolas para que tus seis pequeñas preocupaciones realmente solo se reduzcan a dos centrales. En segundo lugar, le brinda una lista visualizada de los elementos que le preocupan. Parecerán más pequeños en una hoja de papel y te sentirás mejor con lo que sea que estés enfrentando.

3. Esté ocupado.

Esto puede parecer un consejo obvio, pero forzarte a trabajar en algo mientras estás preocupado realmente puede hacer que tus pensamientos de preocupación desaparezcan. La clave aquí es ocupar las manos o la mente, preferiblemente ambas, en alguna tarea que requiera cierto nivel de concentración. Por ejemplo, podría ocuparse con una tarea que no le importa hacer y que requiera su concentración, o abrir un juego móvil en su teléfono y perderse en él. Con la tarea correcta, entregará su mente en cuestión de momentos y sus preocupaciones desaparecerán.

4. Habla con alguien sobre otra cosa.

En una estrategia similar de distracción, ocúpese de hablar con alguien más cercano; puede ser cualquier persona, siempre que el tema sea algo diferente a sus preocupaciones. Al hacerlo, se involucran el lenguaje y los componentes emocionales de su cerebro, lo que lo obliga a invertir en la conversación en lugar de en la conversación interna que está causando sus preocupaciones. Siempre que pueda seguir así y mantenerlo interesante durante unos minutos, es probable que su atención se desvíe hacia el tema de conversación (y se aleje de sus preocupaciones).

5. Medita.

Para que la meditación sea efectiva, debes practicarla durante los momentos de calma. Siempre que no esté preocupado o distraído, busque unos minutos para aclarar su mente. No pienses en nada, y si encuentras un pensamiento entrando en tu cabeza, reconócelo con calma y déjalo ir. Este nivel de atención plena es difícil de lograr, incluso en circunstancias perfectamente tranquilas, pero con la práctica, podrá ingresar a esa meditación sin problemas. Una vez que haya practicado lo suficiente, podrá recurrir a la meditación incluso en las situaciones más estresantes o preocupantes.

6. Ejercicio físico.

Supongo que ya es consciente de los innumerables beneficios físicos y mentales que proporciona el ejercicio. Libera serotonina, una sustancia química 'feliz', y reduce el estrés para que se sienta mejor durante el día. Además de esos efectos y en combinación con ellos, hacer ejercicio con regularidad puede disminuir los niveles de ansiedad, por lo que, literalmente, se preocupa menos. Hacer ejercicio por la mañana puede llevarte a tener menos preocupaciones durante el día, pero si te sientes preocupado, siempre puedes escabullirte para dar una caminata rápida o correr alrededor de la cuadra para liberar tu mente.

7. Desconéctese de su teléfono e Internet.

Nuestras comunicaciones ilimitadas son una fuente importante de preocupación y ansiedad, ya sea que se dé cuenta o no. El pitido constante de correos electrónicos entrantes, llamadas y mensajes de texto puede llevar su mente a un frenesí de preocupación, e incluso actividades inocuas como revisar su feed de Facebook pueden presentarle noticias negativas, amigos quejumbrosos y recordatorios de eventos que también lo preocupan. No permita que estas formas de comunicación interfieran con sus pensamientos. Siempre que pueda, desconéctese por completo; eso significa apagar su teléfono y desconectar (o desconectarse) de Internet. Te sentirás mejor después. Puedo casi garantizarlo.

A estos los llamo 'hábitos' por una razón; Si bien algunos de ellos pueden funcionar en instancias aleatorias y únicas, la mayoría de ellos obtienen poder cuando los usa regularmente como una táctica de evasión para pensamientos preocupados. No se sienta frustrado o desanimado si aún le afectan las preocupaciones después de usar una; en su lugar, pruebe una estrategia diferente y trabaje para integrar ambas como instituciones en su vida para una mente más sana y libre.